Sin pactos

Digamos, que no hay acuerdos. Ni reglas, ni siquiera promesas. Digamos, que en un futuro no muy próximo no recordamos el pasado, porque no hay pruebas de que lo hayamos vivido. Pensemos durante un instante, como sería tu visión. El mundo seguiría igual, impasible, pero nosotros seríamos distintos. O no, quizá fuéramos todos iguales, más, qué se puede esperar de un futuro donde no hay recuerdos, ni buenos ni malos. Sería insano, loco y posiblemente, aburrido. Porque, si miramos atrás, las promesas, los recuerdos y tu propio pasado es lo que forma tu persona.

Conversaciones y cavilaciones de una poeta retirada

Pequeñas conversaciones se guardan en la memoria siempre y se sabe que no se olvidan. Grandes recuerdos normalmente permanecen. Pequeñas equivocaciones se van, pero hay mucha gente que piensa que lo grande debería quedarse y lo minúsculo irse. Pero no es así, los recuerdos deben irse y vivir el presente, aunque sea de forma confusa, sin contar el pasado, ni el futuro. Ya sean enormes o enanas muestras de la antigüedad, es sabido que la historia debe quedarse durante toda la eternidad para poder avanzar en el presente. Si no entiendes lo que sientes ahora no deberías comprender los problemas que aún no han pasado. Y eso tiene que agobiar demasiado para contarlo en un texto poético. Esa intriga, ese desconcierto y ese misterio que envolverá tu mente.

La pérdida de los poderes y la fuente orgullosa que arrebata la inocencia.

Un gran error que solemos cometer es juzgar, aún sin saber hacerlo. El creernos omnipotentes es una caída en el orgullo inquebrantable. Intentamos salvarnos, agarrando a ciegas, aquello que está a nuestro alcance, pero aún así, cometemos el fallo de agarrarnos a lo que está más lejos y, claro, ese soporte se corta. Después de que se parta nuestra mano salvadora, caemos, aún sin resignarnos. Y en ese instante, dejamos de ser omnipotentes para siempre y somos juzgados igual que juzgamos, antes de perder la inocencia y caer en el olvido. Dejamos de ser orgullosos para ser sólo un recuerdo.